Me llamo Javier Mendiburu Pérez y nací en 1963.
Mi padre regentaba un taller mecánico y mi madre se dedicaba a cuidar de mis tres hermanas y de mí, todas ellas mayores que yo, por cierto y por mucho que les pese.
Mi vida se desarrolla en San Sebastián, una preciosa ciudad en el norte de España, a la que le animo a venir en cualquier momento. Disfrutará de sus famosos ‘pintxos’ (alta cocina en miniatura), de varias de las estrellas gastronómicas de la guía Michelin, de sus hermosas playas, de su cercanía a la Côte Basque francesa y de muchas cosas que pueden apreciarse sólo en vivo y en directo.
Mi padre heredó del suyo el gusto por las cosas únicas y bien hechas y creo que yo también lo heredé del mío. ¿Un ejemplo? Mi abuelo fabrico un coche único de época, el ‘Donosti‘. ¡Miren qué joya!
Pueden leer algo más sobre mi abuelo, su Garaje y los bellos motores que creaban haciendo clic aquí.
A su herencia técnica, mi padre añadió una gran pasión por los sellos de astrofilatelia, la radioafición y las novelas de ciencia-ficción, así que entenderán que finalmente yo eligiera, de manera vocacional, un camino profesional relacionado con la tecnología y más concretamente, el de la informática, cursando estudios en la Universidad del País Vasco. Antes de eso, pasé por el Colegio Alemán, donde además de idiomas, aprendí una serie de valores que siempre he agradecido después.
He conocido cosas tan antiguas como las fichas perforadas, el ordenador Spectrum, el Dragon 32 y 64 (¡gracias Mitx!), el Commodore y luego un IBM PC (¡gracias, Joxan!) con su CPU a 4,77 MHz, sin disco duro, con disquetes blandos de un tamaño gigantesco y Visual Basic en ROM.
De esos antiguos cacharros aprendí a valorar los escasos recursos informáticos y a ser capaz de desarrollar soluciones ágiles y eficientes aplicando grandes dosis de sentido común y empatía con los clientes y sus proyectos.
Ahora, desarrollo y dirijo proyectos multidisciplinares, que incluyen configuraciones complejas de sistemas Windows/Linux,
implantaciones de servidores web y de correo,
soluciones de backup y seguridad,
comunicaciones seguras y redes inteligentes
así como desarrollos para la web en .NET, PHP, Javascript, jQuery, SQL o MySQL,
e implantaciones de CMS con WordPress, plataformas de e-commerce con Prestashop, aplicaciones de escritorio con Visual Studio y Access y servicios de normalización de bases de datos e integración de aplicaciones.
A lo largo de estos años, he trabajado en proyectos muy diversos, creando, por ejemplo, sistemas de control de acceso para aparcamientos subterráneos, las aplicaciones y servicios informáticos utilizados en el reparto de Páginas Amarillas a lo largo de una gran parte del territorio nacional, el software para el acopio de materiales para operadores logísticos de Fagor Electrodomésticos a nivel internacional, MdO (Mis Documentos Online) que es un moderno sistema de gestión documental en la nube y también he diseñado e implantado las redes y los sistemas informáticos de muchos clientes así como un número importante de aplicaciones y webs específicas para diversos sectores profesionales como notarías, gestorías, centros médicos, centros deportivos, etc.
Actualmente, mis iniciativas están más centradas en la promoción y dirección de proyectos, intentando conjugar los intereses de diversos agentes públicos y privados para ponerlos en marcha y llevarlos hasta buen término, porque no hay nada más estimulante que una buena idea que pueda desarrollarse tecnológicamente y generar nuevos servicios, empresas y trabajo.
Llevo a cabo estos retos desde mi puesto como CIO/Director de Tecnología de la Información en el Grupo Globale, una consultora de estrategia empresarial y tecnológica radicada en San Sebastián.
En lo personal, sólo puedo decirles que, he tenido la gran suerte de formar una familia tan pequeña como maravillosa, con mi mujer, María, pianista internacional y mi hija, Olivia, que realiza su carrera profesional en Siemens.
Respecto a mis aficiones, no hay mucho que decir: disfrutar de familia y amigos, pasear, sentarme en una terraza y tomar un aperitivo al sol, leer buenos libros, escuchar buena música, ver buen cine y hacer el ejercicio estrictamente necesario para mantenerme en una forma razonable.
Ah, se me olvidaba. Adoro las motos. Recuerdo un viaje por la Ruta 66…pero eso es ya otra historia.
Pueden contactar conmigo por correo haciendo clic aquí.