Cuando se trata de realizar copias de seguridad, hay que tener en cuenta varias cosas si no queremos llevarnos una sorpresa negativa cuando llegue el momento de utilizarlas.
Regla 1: Copia todo, no sólo los datos que consideres más importantes
Una copia integral del equipo nos permite su recuperación total en cuestión de minutos en otro equipo nuevo (incluso con hardware distinto) o en el mismo equipo reparado.
Este enfoque permite abordar situaciones como el robo de un equipo, la rotura de sus componentes principales (placa base, disco…) o su destrucción por un rayo o un desastre natural cualquiera con gran tranquilidad. Estos sistemas han evolucionado mucho y permiten la realización de las copias en caliente, mientras se sigue trabajando con normalidad, incluyendo aquellos archivos que están abiertos en el momento de la copia así como la posibilidad de restaurar las imágenes de manera completa (volver a tener el equipo igual que antes, con sus programas instalados, favoritos, disposición de iconos…¡es algo impagable!) o parcial, recuperando carpetas y archivos ‘sueltos’.
Realizar este tipo de copias no impide que, además, podamos realizar copias más frecuentes de la información que consideremos más importante, de manera que a partir de la copia completa podamos devolver el equipo a un momento dado en el tiempo (por ejemplo, ‘a la copia de ayer’) y luego podamos recuperar copias más recientes todavía de ciertos archivos o carpetas que cambian su contenido con más frecuencia.
Regla 2: Copia sobre un NAS (Network Attached Storage) y no sobre un disco interno o USB
Realizar el backup sobre un disco duro interno es una buena opción por rapidez, pero lo más probable es que, en caso de incidencia, el disco interno de copias también se vea afectado. Pensad en los ejemplos anteriores: robo, desastre natural….O en el caso de los criptovirus, que infectan los equipos encriptando los documentos, bases de datos, imágenes…Lo más probable es que el criptovirus cifre también la copia de seguridad del disco interno y ya no os sirva para nada.
Si en vez de un disco interno usáis un disco USB para la copia, pueden ocurrir dos cosas: que si está conectado en el momento del incidente, le pase lo mismo que al disco interno y si está desconectado y lo conectamos al ordenador infectado con un criptovirus, encripte la copia en el momento en que lo conectemos y perdamos una vez más su contenido.
Pero, ¿qué ocurre si la copia la realizamos sobre un NAS? La ventaja es que el acceso al disco NAS está protegido por un usuario y una contraseña. Y que además, los discos NAS permiten definir distintos usuarios. De esta manera, podemos tener el NAS conectado a nuestro PC a través de un usuario que solo disponga de permisos de lectura, mientras el programa encargado del backup, accede al NAS con otro usuario con permisos completos. Así, el criptovirus que llega al PC no podrá modificar el contenido del NAS al no disponer de permisos para hacerlo.
Regla 3: Copia la copia del NAS a un disco (o varios) USB y sácalo fuera de la oficina
Una vez que tengamos la copia en el NAS, ¿desconecto el NAS y me lo llevo a casa? Hombre, a diferencia de un disco USB externo de 2,5″, una unidad NAS puede tener un tamaño y peso considerables y no parece muy práctico estar moviéndola de un lado para otro. ¿Qué por qué la quiero sacar fuera? Porque también la pueden robar, o se puede ver afectada por el mismo desastre natural que el PC que protege. Y sí, un axioma básico de seguridad es mantener al menos un conjunto de copias fuera del lugar en que se hacen. Ojo, que ese lugar puede ser tu coche, tu maletín, etc. Mi recomendación es aprovechar otra de las características estupendas de los discos NAS, que es la posibilidad de enchufarles un disco USB y realizar una copia de la copia a este medio. Y mejor aún es disponer de dos USBs externos y rotarlos a diario: llegas a la oficina, retiras el disco USB que pusiste ayer, lo guardas en tu maletín y colocas el que llevas. Al día siguiente, repites el proceso y listo. Siempre vas a disponer de un medio con una copia muy reciente de tu PC o servidor fuera de las oficinas y listo para ser utilizado en caso de necesidad, incluso podrás recuperar tu servidor por completo. Ah, y la copia al USB, ¡la inicia el NAS automáticamente al enchufar el disco USB! ¿Qué más se puede pedir? Pues…¡sigue leyendo!
Regla 4: Protege con contraseña y cifra las copias
Si te roban el NAS o pierdes el USB que llevas tan a gustito en tu maletín después de tomarte unos chatos en el bareto de la esquina con tus amig@s, puedes tener serios problemas si la copia llega a malas manos. Aparte del daño que pueda producir a tu negocio que tus datos profesionales sean desvelados, el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) puede ponerte en serios aprietos si información sensible de personas físicas es puesta a disposición de terceros sin su autorización. ¿Solución? Protege con contraseña las copias para que nadie pueda acceder a ellas y cífralas para que la información que contienen sea ilegible para cualquiera que quiera fisgar usando métodos de fuerza bruta o ingeniería inversa.
Regla 5: Delega la realización de las copias en una empresa de confianza que además, realice una supervisión del proceso de copias
Si no eres un experto informático, o incluso, aunque lo seas, es posible que creas que estás realizando las copias correctamente y sin embargo, éstas no se estén realizando o no lo hagan con la frecuencia debida. Esto es lo que suele ocurrir cuando automatizamos un proceso, comprobamos que funciona y damos por supuesto que va a seguir funcionando siempre hasta el día del juicio final. Los programas se bloquean, reciben actualizaciones que no se realizan bien, los discos se llenan o se corrompen o tu primo, el que sabe mucho de informática, se olvidó de reactivar el programa de copias después de instalarte no se qué cosa en el PC. En Grupo Globale, te ofrecemos un servicio completo que configura tus copias correctamente conforme a los cuatro pasos que te he explicado y luego supervisa periódicamente que se estén realizando. Y si no es así, te avisamos y corregimos el fallo cuanto antes. Porque ya sabes, ¡Murphy está cerca!